En muchas ocasiones tenemos que soportar a través de los medios a aquellos que se quieren justificar hasta el infinito en un empache de verborrea cansino y que las más de las veces se contradicen continuamente o adoptan posicionamientos en función de su interés partidista al margen del interés general. Esto lo llevo viendo desde hace demasiado tiempo en la persona de Román Rodríguez, el eterno e irrelevable presi de NC, y en esta ocasión no ha sido menos en cuanto a sus declaraciones respecto al rechazo de los presupuestos generales 2019.
Afirma este señor que la paralización de los mismos llevará a un adelanto de las elecciones y que este paso favorecería a la extrema derecha en estos momentos. Hasta aquí no le quito la razón, pero mi crítica la hago en base a la postura de su partido en la votación absteniéndose con explicaciones peregrinas. Nueva Canarias siempre juega a estar haciendo equilibrio en la cuerda floja, le gusta asumir protagonismos, ya que si con Rajoy jugaba con el voto bisagra, ahora es la única fuerza que no se definió, ni blanco ni negro, se mantiene en la gama de grises.
Y digo yo, si tan claro tiene que la situación va a favorecer a la extrema derecha y que la paralización del presupuesto va a perjudicar a Canarias, debieron adoptar una postura coherente y en consonancia con ese pensamiento y votar a favor, porque según usted, señor Román, las fuerzas progresistas tienen que hacer un esfuerzo para frenar a esa derecha trasnochada y retrograda que se nos viene encima. En este caso más aún porque usted que presume de nacionalista progre no creo que se haya olvidado que en las últimas generales fue a las elecciones con el Psoe, al que no han respaldado en este momento tan crucial. Ya se sabe, muchas veces se dan traiciones injustificables.
Pero como ha ocurrido en otras situaciones, sus actuaciones han estado ubicadas en la indefinición, ni chicha ni limoná, y se sabe que el que se abstiene juega a dos barajas. Si ganan los síes, pues estoy con ellos, si vencen los noes, pues otro tanto de lo mismo, porque en ocasiones relevantes lo que prima es tomar partido y no quedarse a verlas venir.
Y en cuanto a vendernos que sus decisiones siempre las toman por el bien de Canarias y los canarios, creo que es el cuento chino de siempre y en estos casos hay que tirar de memoria histórica y hacer un repaso a casos concretos en los que se demuestra la contradicción viniéndome a la cabeza su postura como diputado español en la legislatura 2004-2008 votando en contra de las enmiendas a los presupuestos generales de 2008 apoyando al gobierno de Zapatero e impidiendo que viniesen para Valsequillo dos millones de euros propuestos por Coalición Canaria para sacar adelante proyectos que beneficiaban a los vecinos de este pueblo.
Vuelvo y repito, cuando alguien tiene la capacidad de caer bajo los efectos de su diarrea dialéctica, previamente tiene que hacer un repaso a su devenir político para no meter la pata y no realizar declaraciones en falso que pueden ser cuestionadas sobre la marcha. O lo que es lo mismo, para no quedarse con el trasero al aire en cualquier momento.
Juan Antonio Ojeda Muñoz
