Los indicadores económicos sitúan al municipio de las medianías en el ranking de incumplimientos. Seis años consecutivos sin entregar las cuentas, respecto al plazo legalmente previsto de aprobación
El Ayuntamiento de Valsequillo es, con diferencia, uno de los más incumplidores según la Audiencia de Cuentas de Canarias. Entre lo que dice la ley y la realidad hay un abismo. Y así lo reflejan los datos de este órgano estatutario, dependiente del Parlamento de Canarias al que le corresponde la fiscalización externa de la gestión económico-financiera y contable del sector público de la Comunidad Autónoma de Canarias.
RENDICIÓN DE CUENTAS
Valsequillo de Gran Canaria es el municipio que más retraso acumula en rendición de sus cuentas, con una desviación del plazo legal establecido de 131 días 2020, lo que supone 88 días más con respecto el año 2014. La cuenta general del ejercicio 2021, que debería haberse entregado el 17 de octubre de 2022, aun no se ha presentado. Tampoco se han remitido los contratos del año 2022 ni los convenios firmados el mismo año. Los Ayuntamientos de Tacoronte, Agaete y Valsequillo son los que más retraso acumulan en la formación de la Cuenta General, con 213, 199 y 195 días respectivamente.
PRESUPUESTOS
Valsequillo y San Bartolomé de Tirajana son las entidades que aprobaron su presupuesto con más retraso, lo que supone una desviación de 339 y 334 días respectivamente, respecto al plazo legalmente previsto de aprobación. En este particular, eso entorpece enormemente la fiscalización estatal de las cuentas de las entidades locales, un control fundamental para comprobar el correcto manejo de los fondos públicos, que no se incurre en ilegalidades económico-contables y, al mismo tiempo, escrutar la eficacia de la gestión de esos fondos.
En el ejercicio 2015, 2016, 2017, 2018, 2019 y 2020, Valsequillo de Gran Canaria fue el único municipio de las medianías, que acumulaba retraso y no consigue entregar en plazo su cuenta general. Algunos siguen sin rendir cuentas, y los hay que son reincidentes, como en este caso. Algunos consideran que “no hay voluntad de cumplimiento”, mientras otros creen que “si no es falta de transparencia, la incapacidad de gestión es más que evidente”.