El Cabildo retira dos partidas, con valor de 500.000 euros, destinadas a la mejora de accesibilidad y de muros. La institución insular transfiere 859.432,57€ para subsanar un error de primer orden en la obra más cara de los últimos tiempos
Dos legislaturas, cuatro concejales, y más de cinco años después el nuevo centro deportivo, anunciado en abril 2018, aún carece de una fecha de finalización concreta. Lo que sí sabemos, es que Valsequillo perderá dos partidas presupuestarias, valoradas en medio millón de euros. Esta decisión se ha tomado para subsanar un error de visibilidad en la construcción de la obra.
En un esfuerzo por corregir esta situación, el Cabildo de Gran Canaria ha reasignado una partida presupuestaria de 200.000 euros, originalmente destinada a mejorar la accesibilidad y eliminar barreras arquitectónicas en aceras y rodonales, así como otra de 300.000 euros destinada a la adecuación y mejora de muros. “Este error de visualización lo asume el arquitecto”, afirmaba el regidor, Francisco Atta, en una sesión plenaria celebrada hace más de un año. La realidad es bien distinta, estos fondos se utilizarán para acabar el pabellón.
Según información obtenida por el periódico local de Valsequillo, se ha revelado que el arquitecto a cargo del proyecto carecía de experiencia previa en proyectos de esta envergadura. Curiosamente, su página web promocionaba la obra como su «mejor proyecto» incluso antes de su finalización, resaltando la eficiencia. Lamentablemente, los habitantes de Valsequillo pagarán un costoso error que se estima en casi 1 millón de euros.
La inexperiencia de los técnicos externos, la falta de supervisión por parte del grupo de gobierno, y la aparente falta de rigor político, más allá de las visitas con cámaras y cascos en la obra, han contribuido a esta situación. La falta de avance ha generado una profunda frustración entre los clubes que esperaban con ansias esta necesaria infraestructura. Confían en que se tomen las medidas necesarias para corregir este error, y que se establezca una fecha de finalización definitiva. Las felicitaciones digitales, y las recepciones en el salón de pleno están muy bien, pero Valsequillo merece más. El deporte también.
